Informes de Auditoríaeste

I La teoría de evaluación de la evidencia

La auditoría es un proceso que permite obtener y evaluar evidencia, entendiendo la evidencia como todo aquello que, en último término, guía al auditor para tomar una decisión acerca de la información económico-financiera contenida en las cuentas anuales.

En España, de acuerdo con las Normas Técnicas de Auditoría (NTA) aprobadas por Resolución del ICAC de 19 de enero de 1991, la evidencia es la "convicción razonable de que todos aquellos datos contables expresados en las cuentas anuales han sido y están debidamente soportados en tiempo y contenido por los hechos económicos y circunstancias que realmente han ocurrido". La evidencia es obtenida por el auditor a través del resultado de las pruebas de auditoría, que serán aplicadas, según las NTA, "según las circunstancias que concurran en cada caso, y de acuerdo con el juicio profesional del auditor".

La actividad de auditoría, como otras actividades de procesamiento humano de la información relacionadas con el proceso de formación de una opinión, es un proceso que podría sintetizarse en cuatro fases (Cuadro 1):

1. Planificación (generación de hipótesis)
2. Acumulación de la evidencia (búsqueda de la información)
3. Evaluación de la evidencia (evaluación de la información)
4. Decisión adoptada (elección)
Cuadro 1. Etapas de la auditoría desde la perspectiva del procesamiento humano de la información

Sierra y Orta (1996, p. 237), definen la teoría de la evaluación de la evidencia como "la valoración final, realizada mediante un razonamiento deductivo, de la evidencia obtenida y de la impresión del auditor, considerando el principio de importancia relativa y el riesgo general de auditoría, con objeto de obtener una opinión sobre la razonabilidad con que las cuentas anuales reflejan la imagen fiel de la empresa".

En el proceso de decisión inherente a la evaluación de la evidencia el auditor debe concluir si dicha evidencia es suficiente y adecuada para emitir una opinión o si, por el contrario, debe abstenerse de emitir una opinión profesional. En caso positivo, es decir, de concluir que la evidencia obtenida le permite la emisión de su opinión, el auditor habrá de tener presente el enfoque del riesgo que haya adoptado y la importancia relativa en conjunto de las incorrecciones, omisiones u otras circunstancias que tienen efecto en la opinión de auditoría.

El auditor sólo está obligado a informar de aquellos hechos cuya importancia relativa alcance un cierto nivel. En las NTA españolas, se consideran aspectos significativos todos aquellos que superen los niveles o cifras de importancia relativa aplicados en el trabajo. Los niveles o cifras de importancia relativa y las razones que los justifican y avalan deberán quedar determinados en los papeles de trabajo donde se consigne el plan global de auditoría.

Para aprender más: Para completar el estudio del presente tema, se recomienda consultar y entender el concepto de importancia relativa, en su triple vertiente: en la planificación del trabajo de auditoría; en la ejecución del mismo y en la emisión del informe; y su relación con el concepto de riesgo probable; para ello puede acudir al siguiente tema (Cuestionario de Riesgo Fiscal- guía fiscal de control interno).

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