Operaciones activas de los bancos |
II. Créditos |
PÓLIZA
DE CRÉDITO
Las
pólizas de crédito o líneas de crédito constituyen un elevado porcentaje del
total de las operaciones de activo de los bancos, gracias a su
operatividad, las empresas, en general, financian las insuficiencias
transitorias de tesorería, debido a la falta de regularidad en las entradas y
salidas de dinero, sin necesidad de invertir en la adquisición de bienes o
servicios concretos que haya que detallar a la entidad.
De
igual modo que ocurre con los préstamos, la entidad financiera va a realizar un
estudio previo a
la concesión del crédito y si todo es conforme, se formaliza el contrato en
una póliza de crédito
que verificará un corredor de comercio, en la que quedan especificadas todas
las condiciones bilaterales.
La
operatoria es sencilla, se abre un cuenta
corriente circunscrita a la operación , en la que la entidad ingresa el
importe del crédito, que viene determinado por la necesidad de liquidez y
limitado por la capacidad de endeudamiento del solicitante. Para movilizar los
saldos, disponen los titulares, de idénticos instrumentos que con la cuenta
corriente, tarjetas, talonarios de cheques y pagarés, realizando
transferencias, etc.
El
horizonte temporal de esta herramienta de financiación es el corto
plazo, semestral o anual, con la posibilidad de renovación a
vencimiento, siempre que las condiciones iniciales no hayan variado.
El
tipo de interés
aplicable puede ser fijo o variable con un índice de referencia para
operaciones a tres meses, y la liquidación
de intereses suele ser trimestral, y la amortización
del capital el mismo día de vencimiento. Se pagan intereses
por el saldo dispuesto
hasta el límite concedido, si se supera éste, la entidad financiera carga en
la cuenta y por el importe propasado, intereses muy superiores, similares a los
intereses de descubierto.
Si llegado el día de vencimiento, el capital no ha sido devuelto, mientras no
se reponga, devengan
intereses de demora,
por la cantidad dispuesta, a favor de la entidad, al mismo tipo porcentual que
los de excedidos.
Con
respectos a los gastos,
como ocurría en otras operaciones de activo de los bancos, se cargan en la
cuenta, directamente, las comisiones
de apertura y estudio, la póliza es intervenida por el corredor
de comercio, y los correspondientes impuestos
de actos jurídicos documentados.
La
entidad también repercute una comisión de no
disposición,
constituida por un porcentaje diario sobre el saldo que la entidad deja de
utilizar al ponerlo a disposición del cliente y que éste no moviliza, cabe la
posibilidad de que incluya otro tipo de comisiones que pueden ser, por apunte, o
por reclamación de excedidos, todas ellas negociables.
Una
modalidad especial son los créditos
hipotecarios, su funcionamiento es similar al préstamo hipotecario, con
la particularidad de que el capital amortizado puede disponerse de nuevo. En
definitiva, es un a línea de crédito abierta constantemente y lista para usar,
con la garantía que la respalda que es el inmueble hipotecado. Se formaliza
como una póliza de crédito, en la que se puede emplear el capital total
prestado desde el inicio de la operación para la finalidad que desee el
solicitante, concretando la devolución como si de un préstamo se tratara,
mediante cuotas, pudiendo reutilizar la parte de capital amortizado, y fijando
en contrato un plazo de devolución.