Operaciones pasivas de los bancos |
IV. Instituciones de Inversión Colectiva |
Son
patrimonios sin personalidad jurídica, divididos en participaciones
cuya propiedad adquieren los partícipes al comprarlas, también existe la
posibilidad de comprar fracciones de participación. Los
partícipes son los numerosos
inversores, personas físicas o jurídicas, que realizan aportaciones al fondo,
por lo tanto, son copropietarios y adquieren un derecho sobre él en función
del porcentaje de su aportación.
La
administración y gestión del patrimonio del fondo la lleva a cabo la
sociedad gestora,
que es una sociedad anónima obligada a cumplir unos requisitos específicos
en cuanto a capital mínimo, objeto social, etc. Entre otras, la principal función
de la sociedad gestora es seleccionar la composición adecuada de la cartera del
fondo invirtiendo en distintos tipos de valores (letras, divisas, acciones,
obligaciones, otros fondos, inmuebles), de acuerdo con la política del fondo
establecida en el reglamento de gestión, y con una apropiada diversificación
del riesgo. En definitiva, será la responsable ante los partícipes del
correcto funcionamiento del fondo.
La
custodia de los valores que integran el fondo y la tesorería, se encuentran
depositados en la entidad
depositaria, a través de la cual se
realizan las suscripciones y reembolsos de las participaciones. Generalmente, es
un banco o caja de ahorros, que asume ante los partícipes, la función de
control y vigilancia de la sociedad gestora, función recíproca, en la que
ambas, deben denunciar cualquier irregularidad o anomalía a la Comisión
Nacional del Mercado de Valores.
Los
fondos de inversión se pueden clasificar en función a las características de
los activos en los que se invierte su patrimonio:
Fondos
de Inversión en Activos del Mercado Monetario (FIAMM) o Fondos de Dinero,
por ley su patrimonio está compuesto, al menos, por un 90%, por activos de
renta fija a corto plazo, hasta 18 meses, admitidos en un mercado secundario
u otros valores a corto plazo que gocen de elevada liquidez, y un 3% debe
mantenerse como coeficiente de liquidez.
Fondos
de Inversión Mobiliaria (FIM) su patrimonio está formado, como mínimo un
80%, por activos de renta fija y/o variable, admitidos a negociación en una
Bolsa de Valores u otros mercados organizados y el plazo de vencimiento de
los activos es tanto a corto como a largo; el coeficiente mínimo de
liquidez se mantiene también en un 3%.
Fondos
de inversión en Activos del Tesoro (Fondtesoros): invierten su patrimonio
en Deuda Pública a corto y a largo plazo, pueden ser tanto FIM como FIAMM,
están obligados a mantener una liquidez mínima del 3% en efectivo o en depósitos
en la entidad depositaria.
Fondos
de inversión inmobiliaria (FII): invierten en bienes inmuebles para su
explotación, viviendas, oficinas, locales comerciales, garajes, etc. Un
pequeño porcentaje de su patrimonio puede ser invertido en valores
negociables de renta fija o variable admitidos en mercados organizados. La
adquisición de inmuebles debe dedicarse al alquiler, se permite la
rehabilitación de vivienda sin que supere el 20% del patrimonio, pero la
promoción inmobiliaria está prohibida. Estos inmuebles no pueden venderse
hasta pasados 4 años, como mínimo, desde su compra. El inversor obtiene su
rendimiento exactamente igual que cualquier otro fondo de inversión, como
la diferencia entre el precio de suscripción y el valor de reembolso de las
participaciones.
Existen actualmente
multitud de fondos especializados, que orientan sus inversiones hacia
activos financieros específicos y donde el inversor encuentra un amplio abanico
de posibilidades para colocar su dinero dependiendo de su posición inversora.
Así en España, el Ministerio de Economía aprobó en febrero de 2001 un nuevo
Reglamento de Instituciones de Inversión Colectiva en el que además de
determinar los tipos de fondos, añadía nuevos fondos dentro de los FIM:
Fondos de Inversión
Subordinados (FIMS): el requisito principal consiste en la inversión
obligatoria de al menos el 80% de su patrimonio en otro fondo, el fondo
principal.
Fondos
de Inversión Mobiliaria especializado en valores no cotizados (FIME): entre
el 50% y el 80% del patrimonio del fondo se invierte en valores no
cotizables en bolsa.
Fondos
de Inversión Mobiliaria de Fondos (FIMF): estos fondos invierten el 50% de
su patrimonio en participaciones de otros fondos de inversión de todo el
mundo.
Fondos
índice o indexados: la cartera del fondo se compone de los mismos activos
financieros que se integran en un índice bursátil y en la misma proporción.
Dentro de esta categoría
de fondos de inversión especializados, que fundamentalmente son FIM, hallamos
entre otros muchos, diversas denominaciones, tales como, fondos garantizados,
internacionales, sectoriales, “High Yield”, de crecimiento, institucionales,
subordinados éticos, verdes, paraguas, etc.
Un
caso especial de fusión de operaciones, que ha adquirido asombroso auge por sus
específicas condiciones es el Unit linked que consiste en un seguro de
vida combinado, en el que la prima que aporta el asegurado a la entidad
aseguradora, se divide en dos: una parte se destina al seguro
de vida propiamente dicho, y otra parte se invierte en fondos
de inversión o cestas de valores predeterminados.
La
gran ventaja de este producto es la
posibilidad del tomador de seleccionar los fondos en los que invertir, y
modificar la composición posteriormente, sin que la traslación suponga la
tributación fiscal por las plusvalías obtenidas. Es imprescindible que el
contrato de seguro especifique claramente los fondos o cestas a los que se puede
acceder en caso de querer cambiar a otra política de inversión, así como
gastos, comisiones y el número de
permutas gratuitas de la cartera.