Son programas de bajo precio,
por los que se paga una tarifa mensual y se accede con el propio navegador de
Internet. El usuario
dispone siempre de la última versión con la ventaja
de que no
necesita instalar el programa en su equipo y si surgen problemas los soluciona el fabricante.
También hay programas similares para realizar los impuestos,
concretamente el programa de impuestos reside en el ordenador
de un banco, lo que recuerda un poco la filosofia de las cajas
de seguridad en las que los clientes guardan las joyas.