Las empresas del próximo
siglo
serán sumamente flexibles, con un escaso nivel de infraestructura, lo
que les permitirá ir adaptando y adecuando más
facilmente el diseño y el producto a los cambios que se
vayan produciendo en el mercado y especialmente a las exigencias
y demandas de los consumidores.
La empresa flexible
requiere, a su vez, trabajadores que también lo sean, y que dispongan de
la capacidad necesaria para ir adecuándose al entorno
y a las necesidades de la producción, lo que conlleva
una disponibilidad para el cambio de tareas, horarios, desplazamientos...
aspectos que cada vez están siendo más considerados
a la hora de poder ser seleccionado para un puesto de trabajo.
La oportunidad para ser elegido depende
de múltiples factores que están en relación,
no sólo con la formación del candidato, sino muy
especialmente con sus características personales: actitudes, habilidades,
capacidad de relación.... La facilidad para establecer
relaciones, la iniciativa personal, el dinamismo y la capacidad
de trabajo, la ambición profesional... junto con otras
actitudes vinculadas al propio trabajo, como la capacidad de
organización, liderazgo, trabajo en equipo.... son aspectos
que pueden tener tanta importancia como el conocimiento profesional
y técnico (Sobre este tema, y referido a la Comunidad
Aragonesa, ver
GOMEZ BAHILLO, C.
y MARCUELLO SERVOS, Ch. (1997), Jóvenes y Mundo Laboral.
Formación y empleo en Aragón, Zaragoza, Departamento
de Sa-nidad, Bienestar So-cial y Trabajo del Gobierno de Aragón).
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