Gestión de puntas de tesorería con Renta Fija y Derivados |
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Las puntas de tesorería surgen en aquellos momentos en el transcurrir de la actividad normal de la empresa en los que existe una disponibilidad de efectivo que no tiene ningún uso concreto para lograr su objeto social. No hay ninguna mercancía que pagar ni ninguna reforma que acometer en un plazo determinado de tiempo, normalmente corto.
De esta manera, las puntas de tesorería van a depender de muchos factores: la política de inversiones de la empresa, el ciclo económico en el que se encuentre, las dotaciones a reservas, reparto de dividendos, etc problemas contables en los que no voy a entrar.
El empresario modelo siempre tiene presente el desarrollo de toda su actividad bajo unos parámetros de calidad. En esa búsqueda de la excelencia empresarial, cuando se contrata a un trabajador se realiza una selección de personal, se solicitan entrevistas y se requieren certificados, cuando se editan folletos publicitarios, se compara ofertas en función de su calidad, del precio, se hacen estimaciones sobre el número óptimo de folletos a editar o se plantean alternativas como la creación de su propia página web en Internet,... pero... ¿y en la gestión de su liquidez? ¿también preside el principio de calidad?
Desde mi experiencia personal, contrastada y confirmada con compañeros de otras entidades financieras, me hace pensar que esta gestión de las puntas de tesorería son tratadas incluso con desprecio por muchos Directores Financieros que se limitan -según uno de ellos- a "recoger las propuestas de repo de deuda pública española o de IPF (imposición a plazo fijo) al vencimiento convenido realizadas por los bancos, cajas o sociedades de Bolsa, con las que habitualmente opera para "subastar" dichos excesos de liquidez".
Yo entiendo que, hace unos años, cuando los tipos de interés se encontraban en niveles próximos al 10% se podía conseguir una jugosa rentabilidad mediante la negociación directa entre el demandante y el oferente del capital y en donde lo único que estaba en juego eran las comisiones que iba a recibir el banquero o la posible venta cruzada de otros servicios financieros.
Pero es que ahora la rentabilidad del repo a mes está en el 3,26%, con lo que el margen del de intermediación se ha reducido drásticamente
Además, con las comisiones, la inflación y los impuestos la remuneración de mi liquidez puede llegar a ser incluso negativa
tipos nominales 1,00
1,50
2,00
2,50
3,00
3,50
4,00
4,50
5,00
6,00
7,00
8,00
9,00
10,00
tipos efectivos -1,77
-1,46
-1,14
-0,83
-0,52 -0,20
0,11
0,43
0,74
1,37
2,00
2,62
3,25
3,88
Por si fuera poco, la renta fija española concluye 1999 con un comportamiento negativo, lo que ha venido a añadir más confusión al empresario español.
En términos porcentuales el recorte del mercado nacional de deuda, expresado como contrato sobre bono nocional a 10 años en 1999 ha sido del -8%, habiéndose alcanzado una diferencia máxima entre alto y bajo del año de 1120 puntos básicos, un 12,7% en términos relativos.
En el último trimestre del año pasado la cotización ha fluctuado en el rango 89% - 92%, lo que supone una rentabilidad implícita de 5,20% - 5,60%.
El diferencial mantenido con respecto al activo alemán también se ha estabilizado en el rango 18 - 20 puntos básicos.
En el mes de noviembre del año pasado el Banco Central Europeo (BCE) revisó el tipo de intervención hasta el 3,00% (desde el 2,50%) y en febrero de 2000 lo volvió a subir hasta 3,25%.
En principio estos ajustes de política monetaria no se descontaban hasta marzo de este año, pero el temor a repuntes inflacionarios adelantó la medida, que fue bien acogida por los inversores al ser interpretada como preventiva y de rearme para la política monetaria.
Los datos de crecimiento en UE11 están sorprendiendo al alza, con lo que el BCE debería acometer una nueva revisión en los tipos de interés (el mercado está descontando una alza de otros 50 puntos básicos a partir de marzo).
La clave por lo tanto reside en la demanda interna germana: si ésta no termina de despertar podríamos ver curvas de tipos prácticamente planas en Europa con el consiguiente riesgo que ello implica a la hora de tomar posiciones a medio y largo plazo.
Si por el contrario la demanda comienza a aportar crecimiento, la curva recuperaría su pendiente y los precios de los bonos se verían reducidos.
Igualmente, en Estados Unidos, la FED (Reserva Federal) elevó el tipo FED FUND hasta el 5,50% al año pasado y este año lo volvio a hacer hasta 5,75% neutralizando así las intervenciones expansivas que se habían adoptado tras la crisis de verano de 1998. Se trata de la cuarta subida en los tipos desde la crisis asiática.
La FED -que ha modificado sus procedimientos de presentación de la información de política monetaria al mercado, intentando hacer ésta más clara para evitar incertidumbre y la volatilidad que comporta, de esta manera elimina el sesgo monetario y ofrece un resumen de riesgos y tendencias a largo plazo- continúa esperando que la demanda exceda la oferta aún teniendo en cuenta el impacto de la productividad.
La economía de este país sigue dando muestras de pujanza, como se comprueba en los últimos datos publicados.
Los incrementos de productividad están logrando mantener estabilizados los precios pese al tirón experimentado por la demanda y el repunte de las materias primas.
La confluencia de estos factores podría provocar inflación y ser el detonante de nuevas subidas preventivas de tipos.
La estructura temporal de los tipos de interés se mide por la Curva Tipo-plazo (Yield Curve) y se puede representar en un gráfico en cuyo eje de las abcisas se encuentren los distintos vencimientos y en el eje de las ordenadas los diferentes rendimientos.
Según la teoría pura de las expectativas de Fisher, la curva tipo-plazo tendrá pendiente positiva cuando los inversores anticipen tipos de interés crecientes y pendiente negativa en el caso contrario. En este sentido los tipos de interés a largo plazo serían un promedio entre el tipo de interés a corto plazo en el momento actual y los tipos de interés a corto plazo en el futuro, segados por la preferencia por la liquidez (Hicks sostiene que en un mundo incierto los inversores tienen aversión al riesgo y, por lo tanto, los títulos con mayor vencimiento incorporan una prima por riesgo o bien una prima por pérdida de liquidez que está incorporada a la rentabilidad).
Por su parte la teoría de la segmentación de mercados o del hábitat preferido de Cullberston, reformulada por Modigliani-Sutch dicen que los tipos de interés se formarán en función de la oferta y demanda para cada vencimiento en concreto.
La amenaza de calentamiento en algunas economías sigue presente y esta circunstancia no introduce un sesgo positivo para los precios de los activos de renta fija.
No obstante, a principios de este año se empiezan a recuperarse las cotizaciones de la renta fija tras el varapalo de 1999, aunque en el caso norteamericano esta recuperación se debió a la recompra de deuda a 30 años por parte del estado y entradas de "hedge funds" que tenían posiciones cortas.
En definitiva, los mercados occidentales de renta fija se encuentran en un momento de indefinición por lo que apostamos porque, en la primera mitad del año 2000, la cotización de la renta fija, en términos de bono nocional a 10 años, fluctúe sin tendencia definida de tal forma que acumularíamos posiciones en rentabilidades superiores al 5,90% y reducir en TIRes inferiores al 5,40% (trading).