Planificar para invertir en la empresa

III LA GESTIÓN DE FONDOS

1) Introducción

En la evolución de los saldos de tesorería siempre se detectan déficits o alzas puntuales, que, por la propia problemática de la tesorería, deben ser financiados o invertidos en aras a afrontar las obligaciones de pago y no incurrir en costes de oportunidad por saldos improductivos. Esto es lo que se le suele denominar Gestión de Fondos

En estos casos es necesario tener una lista de alternativas de financiación e inversión, para que, en función de la cuantía y plazo, se pueda elegir para cada momento y situación la más idónea.

Si el presupuesto de tesorería es un instrumento de gestión de liquidez que facilita la toma de decisiones, posibilitando la anticipación a situaciones críticas, en el caso de la gestión de fondos adquiere una importancia relativa aún más relevante, ya que en base al presupuesto, con sus déficits o superávits elevados, se tomarán las oportunas decisiones de inversión o financiación a corto plazo. Otro dato importante a extraer del presupuesto es el de la dimensión temporal, ya que el período de mantenimiento de los superávits o déficits nos informará del grado de flexibilidad en liquidez o exigibilidad de inversiones o financiaciones. No debemos olvidar la relación entre maduración y rentabilidad en la estructura de los tipos de interés que implica una doble cuestión:

- En relación a las financiaciones a corto plazo, supuestas dos alternativas de financiación de idénticas características, con la excepción del plazo de amortización, el coste será mayor en aquella alternativa con mayor plazo de amortización, siempre que la estructura temporal de tipos de interés sea creciente, lo que se acepta "normal" en una situación estable de mercado. En el caso de la situación española de los años, 92-93, era decreciente por la coyuntura económica y expectativas bajistas en tipos de interés.

- En relación a las inversiones, supuestas dos alternativas de inversión con características idénticas, con la excepción del plazo de amortización, la rentabilidad será mayor en aquella con superior plazo de amortización. De igual forma que en el caso de las financiaciones, se trata de una regla general que como todas ellas encuentran siempre sus excepciones. Como ejemplo no tenemos más que pensar en dos depósitos a plazo fijo, el primero a seis meses y el segundo a nueve meses. Sabido es que la rentabilidad del depósito a nueve meses es mayor.

 

Aunque las alternativas de inversión y financiación no sigan la regla descrita anteriormente, no invalida la propuesta fundamental; al estimar la idoneidad de las diferentes alternativas de inversión y financiación un dato importante resulta el período de tiempo asociado a las mismas, lo que puede colaborar en la consecución de mayores márgenes de rentabilidad o menores de coste.


2) Alternativas de inversión

Son innumerables las alternativas de inversión. Para la elección de una de ellas o un conjunto coordinado de ellas (cartera), es preciso considerar las características asociadas a las mismas, ya que permiten diferenciar las adecuadas en función de las circunstancias de la empresa. Estas características son (ver Tema "Características de la Inversión Financiera"):

- Rentabilidad.

- Volumen de inversión necesario.

- Riesgo del emisor (riesgo).

- Fiscalidad.

- Fecha de amortización, y su vinculación con la "maduración".

- Existencia de un mercado secundario y facilidad de realización en el mismo (liquidez).

- Estabilidad de las cotizaciones.

- Periodicidad en el cobro de intereses.

Por la gran complejidad y elevada especialización que presentan los mercados financieros en España desde la liberalización, en la mayor parte de los casos es difícil disponer de la suficiente información para elegir la alternativa más idónea a las posibilidades de la empresa. Por ello, recomiendo la consulta con una entidad especializada de su confianza. No obstante, describo de forma sucinta las alternativas más usuales (todas las alternativas serán analizadas con más detalle en temas posteriores).

A) Imposiciones a plazo fijo y Certificados de Depósitos

Las imposiciones son contratos de depósito de dinero, por un importe y plazo determinado previamente, que proporciona una rentabilidad fija, igualmente establecida de antemano. Son activos nominativos e intransferibles, sin importe límite y con posibilidad de cancelación anticipada, si bien con una penalización en intereses.

Los certificados de depósito son contratos de depósito a plazo, formalizados en títulos nominativos, con rentabilidad fija y plena liquidez mediante endoso en el mercado secundario. El plazo mínimo es de un año, cubierto el mismo se cancela.

B) Letras del Tesoro

Se trata de títulos a corto plazo emitidos por el Tesoro Público. Por la garantía del Estado se constituyen en el "tipo ideal" de activos financieros libres de riesgos.

Se emiten al descuento (entrega de un precio inferior al nominal y posterior devolución del nominal) mediante subasta, la cual puede ser competitiva (para cada oferente se emiten al menor de los precios entre el ofrecido y el precio medio calculado para el conjunto de oferentes) o no competitiva (se emiten al precio medio). El nominal de los títulos es de 1.000 Euros, y no están sujetas a retención. Los plazos son de seis, doce y dieciocho meses.

C) Letras y Pagarés de Empresa

Son títulos de emisores privados, realizados al descuento, y enviados a las entidades financieras colaboradoras con el endoso en blanco. La compra puede ser realizada tanto en la propia entidad financiera, como en el mercado secundario en subasta (mercado AIAF).

Los pagarés de empresa son valores de renta fija negociables, con vencimiento a corto plazo, emitidos al descuento por grandes empresas con la finalidad de diversificar sus fuentes de financiación. En la actualidad se desarrollan fundamentalmente dos tipos de emisiones : en serie y a medida.

Las emisiones en serie son realizadas por grandes empresas, las "habituales" en el mercado, bien conocidas y solventes. Se trata de títulos a corto de relativamente bajo nominal y plazos cortos (entre tres y seis meses habitualmente).

Las emisiones a medida son realizadas por empresas de menor tamaño, aún siendo reconocidas y de buen nivel de solvencia. Se denominan "a medida" por la necesidad de que se acomoden las condiciones de la emisión a las exigencias de la demanda en lo referente a cuantías, plazos y tipos de interés. Como los demandantes de este tipo de títulos buscan rentabilizar sus excedentes puntuales de tesorería suelen ser valores de elevada cuantía a plazo muy corto.

En general, la rentabilidad de este tipo de títulos es algo superior a la de los valores públicos de similar plazo, dado el mayor riesgo, menor liquidez por la existencia de un mercado secundario menos desarrollado, y por la retención fiscal que, a diferencia de las letras del tesoro, tienen los pagarés de empresa.


D) Cédulas, Bonos y Participaciones Hipotecarias

Se trata de activos con vencimiento a medio plazo y de una gran liquidez. La diferencia entre los tres tipos de títulos estriba en la garantía de la emisión, que, si bien en todos ellos la constituyen créditos hipotecarios concedidos por el emisor, presentan vínculos diferentes en cada caso. En las cédulas la garantía está constituida por la totalidad de créditos de la entidad emisora. En el caso de los Bonos por el crédito o grupo de créditos que se vinculen directamente a la emisión. Por último, en las participaciones la entidad emisora hace partícipes, en todo o en parte, a los poseedores de títulos de uno o varios de los créditos hipotecarios que posea en cartera.

Las cédulas y bonos presentan un similar plazo de amortización (de uno a tres años), y existe una gran variedad en cuanto a características de emisión, ya que los emisores gozan de amplia libertad en este campo. Igualmente poseen una gran liquidez, debido a que poseen un mercado secundario con una gran actividad. En relación a la fiscalidad, están sujetas a retención y están exentas en todas sus fases del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.

E) Fondos de Inversión

Son patrimonios pertenecientes a una pluralidad de inversores, cuyo derecho de propiedad se representa en un certificado de participación. Cuentan con la ventaja de disponer de un elevado volumen de inversión por el conjunto de las participaciones, de permitir por tanto la diversificación (inversión en variados títulos con diversas condiciones de riesgo, de tal forma que se logra un efecto conjunto de minimización del riesgo), y de la gestión especializada por expertos que conocen y "siguen" los mercados financieros. Además presentan ventajas fiscales, ya que cada año que se mantenga la participación en el fondo, se reduce la cantidad a declarar como rendimiento.

La suscripción y reembolso de las participaciones se hacen por su precio, que se fija diariamente (valor de cierre de mercado de los títulos incluidos en cartera), como resultado de dividir el patrimonio valorado del fondo por el número de participaciones en el mismo, disminuido por los descuentos y comisiones a favor del fondo

Dependiendo de los títulos a que vaya dirigida la inversión del fondo, se distinguen:

- Fondos de Inversión Mobiliaria (FIM). Inversión en el mercado de Capitales en Deuda del Estado, Tesoro y Comunidades Autónomas, valores de renta fija o variable cotizados en bolsa y en títulos del mercado Hipotecario. Se modifican los porcentajes de renta fija y variable dependiendo de la situación de coyuntura, fundamentalmente la evolución de los tipos de interés.


-
Fondos de Inversión en Activos del Mercado Monetario (FIAMM). Inversión en activos financieros a corto plazo del mercado monetario. Este tipo de fondos son especialmente atractivos si las expectativas de evolución de los tipos de interés son al alza.

- Fondos de Inversión Fondtesoro. Podrá ser a su vez un FIM o FIAMM con los que el Tesoro ha regulado un convenio de colaboración a través del cual se cede a estos Fondos la marca del Tesoro, y se impone como restricción la inversión exclusiva en deuda pública, con la excepción del 5% destinado a la cobertura del coeficiente de liquidez.

F) Operaciones Repo o Simultáneas

Se trata de operaciones realizadas con una entidad financiera en la que ésta le vende títulos (de renta fija: normalmente Letras o Pagarés) que tiene en cartera, y se compromete a recomprarlos a una fecha preestablecida y con un precio fijado (se fija la rentabilidad, el precio se obtiene a partir de ésta). Aunque técnicamente no es lo mismo Repo que simultánea, financieramente sí lo es (la diferencia está en que sea el "mismo" o "idéntico" título). Puede ser especialmente interesante en situación de tipos de interés bajista, ya que la entidad puede ofrecer tipos por encima de mercado (al tenerlos en cartera tendrán una rentabilidad superior a la que en ese momento ofrece el mercado por títulos similares, y la "movilidad" de la cartera le interesa a la entidad)



3) Alternativas de financiación

Aunque el título del tema sea "planificar para invertir", permítanme que les hable igualmente, siquiera sea someramente, de las alternativas de financiación por la utilidad profesional futura que puedan tener.

Una vez estimada la necesidad de recursos y el tiempo de permanencia de la misma, se impone la decisión de cobertura financiera. No es posible, en aras a la operatividad pretendida, realizar una descripción pormenorizada de todas y cada una de las posibles fuentes de financiación, con sus ventajas e inconvenientes. No obstante, realizo una serie de recomendaciones de tipo general, y cito las fuentes más usuales con sus características más específicas.

a) Recomendaciones.

- En relación al coste debe saber que éste no se encuentra formado únicamente por los intereses. Bien es cierto que es el componente fundamental, pero no el único. Debe considerar las comisiones de apertura y amortización anticipada, los gastos de formalización, existencias de saldos compensatorios, etc. Por otra parte, el período de devengo de intereses influye decisivamente en la determinación del coste efectivo. Un 15% nominal no puede proporcionar el mismo coste efectivo con cuotas mensuales que con una cuota anual .


- En consonancia con la anterior recomendación, es pertinente
observar la TAE (tasa anual equivalente) de la operación, que se define como "La tasa porcentual equivalente que iguala en cualquier fecha el valor actual de los efectivos recibidos y entregados a lo largo de la operación, por todos los conceptos, incluido el saldo remanente a su término, con las excepciones e indicaciones que se recogen en los siguientes apartados". En estos apartados a los que se hace referencia, se menciona que no se deben incluir los gastos a favor de un tercero, por lo que puede haber componentes de coste no incluidos en la TAE.

Evidentemente el efectivo resulta mayor en el caso de las cuotas mensuales. El cálculo de la tasa efectiva se realiza a partir de la siguiente ecuación:

(1+i) = (1+ik)k

De donde: i = (1+ik)k - 1

Siendo:
- i el tipo de interés efectivo de la operación.
- ik el tipo de interés para un período "k" del año, obtenido a partir del cociente entre el nominal (ofrecido en contrato) y el número de períodos "K" que contiene el año (si fueran trimestres, cuatro).

La normativa sobre la TAE la estableció el Banco de España en su circular 8 de 7 de Septiembre de 1990.

- La anticipación en tiempo resulta importante, no debe olvidar que las fuentes de mayor flexibilidad, y más pronta disposición, son normalmente las más caras (piense en el célebre descubierto bancario).

- Piense que una de las alternativas de inversión de excedentes es la amortización anticipada de fuentes financieras ya contratadas por la empresa, la viabilidad de la operación vendrá determinada por la comparación del coste efectivo de la fuente y la rentabilidad de la mejor opción de inversión disponible. En cualquier caso, los excedentes puede que no lo sean si consideramos que son obtenidos asumiendo una determinada fuente financiera que puede no ser necesaria. Es el caso de la costumbre en algunas empresas de descontar efectos sin necesidad de ello.

- Tenga presente las condiciones "normales" de decisión sobre financiación relativas a nivel deseado de autonomía con respecto a una determinada entidad financiera, nivel de apalancamiento, estructura temporal de tipos de interés o relación tipos-tiempo, etc.

 

b) Alternativas de financiación más usuales a corto y medio plazo.

Préstamo.- Se trata de una operación crediticia formalizada a través de una única disposición a favor del cliente por la totalidad del préstamo. Suelen documentarse a través de una póliza donde se expresa la cantidad, el vencimiento, tipo de interés, etc. Si hay fiadores también deben firmar en ella. Si se trata de préstamos con garantía real, al dorso se detallan los bienes dejados en garantía, y debe darse lugar a toda la operativa legal que la soporta (notario, escritura, Impuesto sobre actos jurídicos documentados, etc).

Póliza de Crédito.- Contrato a través del cual el Banco se obliga a poner a disposición del cliente hasta un determinado importe, que se constituye como límite de la póliza, durante el tiempo de vida de la operación. El devengo de intereses se realiza únicamente por los saldos efectivamente dispuestos. Por tanto, cuenta como ventaja fundamental que constituye una reserva de tesorería para momentos de necesidad, pero es necesario precisar que se penalizan los saldos no dispuestos a través de una comisión, y, por otra parte, los saldos excedidos sobre el límite, si estuvieran autorizados, tienen la consideración de descubierto en cuenta, por lo que se hace necesario estudiar detenidamente el límite a solicitar para que no quede perjudicada la operación.

Descubiertos en cuenta corriente.- Operación que consiste en autorizar a los clientes a disponer, transitoriamente, un importe superior al de su saldo en cuenta corriente. Cuenta como ventaja fundamental la enorme flexibilidad debido a la agilidad en su concesión. Presenta como gran inconveniente el alto coste, formado tanto por los intereses como por la comisión.

Anticipos sobre certificaciones de obras.- Las certificaciones de obras son documentos endosables en los que los Organismos del Sector Público reconocen adeudar una cantidad por obras o suministros realizados. Puede instrumentarse a través de una línea de descuento comercial o préstamos o créditos con garantía de certificaciones.

Descuento Comercial.- Operación mediante la cual una entidad financiera anticipa al cliente el importe de un título de crédito no vencido, deduciendo los intereses correspondientes al tiempo que media entre la fecha del anticipo y la del vencimiento del crédito, más una comisión por la operación. Atención con el coste efectivo, ya que, al ser la cantidad dispuesta inferior al nominal del título (cobro de intereses del tirón) y por la existencia de comisiones, dicho coste efectivo es sustancialmente mayor del nominal. En cualquier caso, el coste de la operación dependerá de que estén o no domiciliados y aceptados.

Se trata de una operación de elevada realización en la práctica empresarial española, y cuenta como ventaja fundamental que permite reducir el capital circulante, al transformar deudores por operaciones comerciales en efectivo.

A través del descuento, se ceden los derechos de cobro a la entidad financiera, que, en caso de impago tiene el derecho a devolverla al cedente y recuperar su dinero, e, igualmente realizar acciones cambiarias si lo desea.

El documento usualmente descontado es la letra de cambio, pero también es objeto de descuento el recibo, el pagaré, las certificaciones ordinarias de los Organismos Públicos, etc.

El Factoring.- Consiste en la cesión de un crédito comercial de su titular a una empresa especializada o Factor, que asume el riesgo de insolvencia y se encarga de su gestión y cobro. Este tipo de empresas suelen ofrecer servicios adicionales de gestión de la cartera de clientes, sin que haya necesidad de cesión de la misma, como investigación, análisis y clasificación comercial, control de riesgos, gestión de cobros, etc.

El factoring cuenta como ventajas que reduce el capital circulante, simplifica la contabilidad y gestión de las carteras de clientes, no aumenta el volumen de endeudamiento de la empresa.

Entre las desventajas figuran el elevado coste, mayor que el del descuento, y el posible perjuicio de las relaciones con los clientes al trasladar a un tercero la gestión y derechos de cobro.

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