La
vocación para el estudio de los hechos bajo la óptica
de los sistemas tiene tradición.
En 1949 el Profesor Francisco D'Auria, en Brasil advertía
para tal método, muy antes que otros estudiosos lo hubieron
hecho y en 1950 publicaba un libro sobre la materia, obra esa
aplicada a la Contabilidad e llamada "Primeros Principios
de Contabilidad Pura".
El ilustre maestro brasileño, todavía se ha detenido
en la dimensión de causas e efectos, o sea, en el principio
que también guió los registros contables por partidas
dobladas desde la antigüedad.
La idea que siempre preocupome, todavía, absorbió
mucho más que Masi y D'Auria habían enunciado, cada
un bajo su apunto y hay hecho con que en mi teoría yo reconociese
que todos los medios patrimoniales desempeñan diversas
funciones específicas de acuerdo con las múltiplas
necesidades que una célula social dispone.
Aristóteles ya afirmaba que las cosas producen funciones
diferentes, aunque conserven como única su apariencia.
Así, la mercadería, en una empresa de comercio sirve
para hacer dinero y pagar, sirve para traer ganancia, sirve para
establecer un aspecto del equilibrio en la riqueza, sirve para
dar vitalidad etc. manteniendo siempre su forma aparente.
Luego una sola mercadería sirve para atender mucha cosa,
prestando utilidades varias todas debiendo ser preocupación
de nuestros estudios. Las
diversas necesidades generan diversas funciones. Las
diversas funciones desempeñase en sistemas de funciones.
Tal
clasificación ya fue intuitivamente hecha en estudios de
análisis de los fenómenos patrimoniales; solo hizo
dar un método para que el estudio fuera realizado de modo
específico y permitiendo una consideración de autonomía.
Una empresa puede pagar en día sus cuentas e no tener ganancias,
puede tener ganancias e no pagar en día sus cuentas. Los
sistemas de funciones ocurren todos a lo mismo tiempo, pero, son
autónomos en sus desempeños. Hay una interacción
sistemática, pero, un desempeño autónomo,
formando aspectos, ambos dignos de observación. Para que
se analice la riqueza, pues, es necesario tener conciencia de
esta concomitancia y de esta autonomía funcional.
Es necesario estudiarse los elementos patrimoniales no como cosas
aisladas, pero como medios que desempeñen múltiplas
funciones en correlaciones constantes. Al comprar materias primas una
industria necesita calcular no solamente la ganancia que obtendrá,
pero como pagarla, como mejor aprovecharla, como protegerla de
los peligros que cantidad puede comprar para no desequilibrar
la composición de su patrimonio, etc. Existen tantos sistemas cuantas
necesidades exigir para suplirlas, pero, en mí teoría
escaloné siete:
Necesidad
de pagar (sistema da liquidez)
Necesidad
de ganar (sistema de resultabilidad)
Necesidad
de tener vitalidad (sistema de la economicidad)
Necesidad
de mantener equilibrio (sistema de estabilidad)
Necesidad
de tener eficiencia (sistema de productividad)
Necesidad
de protección contra peligros (sistema de invulnerabilidad)
Necesidad
de tener dimensión conveniente (sistema de la elasticidad)
Esos siete sistemas necesitan estar en funcionamiento
eficaz, practicando una relación perfecta entre los medios
patrimoniales y las necesidades que deben ser cumplidas. Por tanto, cada
sistema tiene como componentes básicos: 1) medios que desempeñan
funciones y 2) necesidades
que serán suplidas o anuladas.
Son medios en el sistema de la liquidez, por ejemplo, los elementos
patrimoniales que sirven como fuentes de pagamentos: dinero, cuentas
por recibir, materias primas, productos, mercancía etc.,
o aun todo que se puede cambiar en dinero para socorrer a los
pagamentos. Son necesidades en el sistema de liquidez todo lo
que la empresa necesita pagar a proveedores, bancos, financiadores,
empleados, gobierno, etc.
La relación entre medio y necesidades de un sistema es
que promueve la eficiencia o no del mismo.
Los medios patrimoniales en el sistema de liquidez deben ser cambiados
en dinero en tiempo cierto, lugar cierto, en calidad y cuantidad
cierta, todo compatible com la necesidad requerida para socorrer
los pagamentos. Es
necesario una dimensión coincidente entre los medios patrimoniales
e necesidades, en cada un de los sistemas, para que también
cada un de elles pueda, a través de las funciones pertinentes,
promover la eficacia. Una empresa puede tener, todavía,
sus sistemas en diferentes condiciones, o sea, unos con buen funcionamiento
y otros con deficiencia, tal como ocurre en el organismo humano,
donde una persona puede tener óptima función digestiva
y mala función respiratoria. En la medicina os profesionales
llegan por se especializar en sistemas de funciones de órganos,
tal la complejidad que envuelve tal materia.
En Contabilidad aun no se llegó a ese punto, pero, es
necesario que en las análisis exista un serio y profundo
estudio de todos los sistemas en general y en particular de cada
un.
Un malo sistema de liquidez puede comprometer la lucratividad
y la mala lucratividad puede estar perturbando el sistema de liquidez:
ganar, por ejemplo, pero no tener dinero para pagar deudas, no
es aconsejable.
Puede existir un excelente funcionamiento del sistema de la productividad
y un malo desempeño del sistema de resultabilidad o de
los lucros, puede ocurrir un excelente desempeño en el
sistema de lucros y no haber un buen comportamiento del sistema
de la productividad; aprovechar muy bien las materias de producción,
la mano de trabajo, pero, no tener lucro, no es una buena política
y ni con ella se consigue la eficacia general.