Operaciones de comercio exterior |
I. Documentos comerciales |
Las
facturas y las distintas formas de extenderlas dependiendo del momento y
de las especificaciones, es un documento indispensable en las transacciones
internacionales.
Factura
consular es el informe emitido por el consulado del país del importador que
se encuentra ubicado en el país del exportador. Declara el importe
y procedencia de la exportación.
Factura
Pro-forma es una factura temporal, previa a la factura definitiva, y debe
venir impreso, como tal, para identificarla. En ella, el vendedor o
exportador especifica las condiciones de
entrega de mercancía, los Incoterms y la
forma de pago y el precio
definitivo. Carece de vencimiento,
puesto que si éste viniera reflejado, sería una Oferta en Firme. Este tipo
de factura la emite el exportador cuando
en el país del importador se la exigen para tramitar los distintos permisos
de importación, o para que sirva de aceptación de la Orden de Compra, o
simplemente como medio de comprobación de que los datos son correctos a la
hora de abrir un crédito documentario.
Factura
comercial es la factura decisiva, la que emite finalmente el vendedor
incluyendo las especificaciones de la mercancía, y demás condiciones
acordadas con el comprador. La principal diferencia con la factura pro-forma
es la puntualización de datos ciertos, tales como, por ejemplo, los
relativos al embarque, número de vuelo, etc. Es necesaria para entregar en el despacho de
importación de la aduana, también
pueden solicitarla otras instituciones,
desde cualquiera de los bancos que intervienen en la operación, hasta las Cámaras
de Comercio. Debe llevar anexa una enumeración del contenido
de cada paquete enviado (lista de contenido o de empaque), indicando peso
neto, peso bruto, descripción del producto, cantidad, número de bultos.