La Gestión Medioambiental como ventaja competitivaeste

I La responsabilidad medioambiental de la empresa

Tradicionalmente, ecología y empresa eran consideradas dos conceptos y realidades inconexas. La ecología, según la definición original dada por Haeckel en 1868, es la parte de la biología que estudia la relación entre los organismos vivos y su ambiente. De esta forma la ecología es entendida como una ciencia específica de los naturalistas, alejada de la visión de la Ciencia Económica y Empresarial. Para la empresa el medio ambiente que estudia la ecología constituye simplemente el soporte físico que provee a la empresa de los recursos necesarios para desarrollar su actividad productiva y el receptor de los residuos que se generan. En ningún momento los planteamientos tradicionales pusieron de manifiesto los efectos que tal utilización pudiera tener en el equilibrio natural.

Sin embargo, la actual preocupación social e institucional por el deterioro medioambiental se ha traducido en presión hacia las empresas para que incorporen un comportamiento más respetuoso con su entorno natural. Aunque en la consecución del desarrollo sostenible está implicada toda la sociedad, la empresa juega un papel fundamental en su consecución. No en vano, a los procesos productivos de las empresas se les responsabiliza, junto al crecimiento demográfico y ciertos hábitos de comportamiento de los ciudadanos, de ser el principal causante de la ruptura del equilibrio de los ecosistemas.

Ante este nuevo contexto, la Economía de la Empresa comienza a interesarse en los últimos años por la relación entre medio ambiente y empresa, proponiendo un nuevo enfoque de las distintas teorías de empresa con la finalidad de que incorporen la variable ecológica. Bajo estos nuevos enfoques, sigue siendo cierto el papel que la empresa desempeña como agente encargado de producir bienes y servicios que se ponen a disposición de la mejora de la calidad de vida del hombre. Pero también es cierto que la calidad de vida no se puede alcanzar sin conservar la calidad del entorno natural donde se desarrolla el hombre, porque calidad de vida y calidad medioambiental son caras de la misma moneda.

Para entender la relación entre la empresa y el medio ambiente hay que aceptar, como establece la teoría de sistemas, que la empresa es un sistema abierto. Sin embargo, las interpretaciones tradicionales de la teoría de la empresa como sistema han incurrido en una cierta visión parcial de los efectos que la empresa genera en su entorno. La empresa es un sistema abierto porque está formado por un conjunto de elementos relacionados entre sí. Y es un sistema abierto porque está en continua relación con su entorno, siendo influido por este pero a la vez influyendo en él. Pero los efectos que la empresa genera en su entorno no son sólo de carácter económico y social sino también de carácter medioambiental. No son sólo positivos, sino también negativos. Genera bienes y servicios, empleo, dividendos,… pero también consume recursos naturales escasos y genera contaminación y residuos. Por eso es necesario que la Economía de la Empresa defina una visión más amplia de la empresa como sistema abierto tal y como se representa en la figura 1, teniendo presente que la empresa contribuye al deterioro del medio ambiente por tres razones:


Figura 1: La empresa como sistema abierto. Adaptado de Bueno, E (1995)

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