Los diez mandamientos del agua

I. Sequía en un mundo de agua (2)

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MEDIO AMBIENTE
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1.- “Amarás al Agua como el bien más singular de nuestro hermoso Planeta Azul”.

1) Concepto de agua

Si buscamos la definición de la palabra AGUA en el Diccionario de la Real Academia Española leeremos;


“Sustancia cuyas moléculas están formadas por la combinación de un átomo de oxígeno y dos de hidrógeno, líquida, inodora, insípida e incolora. Es el componente más abundante de la superficie terrestre y, más o menos puro, forma la lluvia, las fuentes, los ríos y los mares; es parte constituyente de todos los organismos vivos y aparece en compuestos naturales.”


Sin embargo al hablar de agua no podemos quedarnos, simplemente con la definición de su fórmula química (H2O) o con la descripción de su función biológica, sino que debemos ampliar el “zoom” de nuestra cámara de forma que podamos percibir el verdadero valor de este inmenso concepto. En esta línea algunos economistas
(3) definen al agua como un activo ecosocial, puesto que además de su naturaleza química y biológica al agua se le asocian una serie de funciones muy diversas, básicamente económicas, sociales y ambientales, que han de ser tenidas en cuenta a la hora de planificar su gestión.


Precisamente en el documento de síntesis del Libro Blanco del Agua en España, se reconocen las deficiencias del modelo tradicional de la política de agua y se hace patente la necesidad de buscar nuevos fundamentos
(4) que permitan alcanzar un uso racional del agua en términos de sostenibilidad.


Para cumplir con este objetivo debemos tener en cuenta que, efectivamente, el agua es el bien más singular de nuestro hermoso Planeta Azul, puesto que aunque es el recurso más abundante también es el más escaso, recordemos que del agua existente en la superficie terrestre un 97% se encuentra en los mares, siendo el 3% restante agua dulce. De este 3% de agua dulce
(5) un 69% se encuentra atrapada en los polos y en los glaciares, un 30% yace bajo tierra a menudo a profundidades inaccesibles, y sólo un 1% está disponible para el consumo humano en ríos y lagos. Por otro lado, el concepto de “disponible” varía mucho de unos países a otros, mientras que en unas zonas el proceso de obtención de agua se limita a abrir un grifo en otras puede ocupar más de la mitad de la jornada laboral (6).


(2) Nos hemos permitido la licencia de utilizar para este apartado el mismo título con el que se publica el libro on-line “Sequía en un mundo de agua”, (Díaz, C. y Antón, D.) consultado en http://www.cosmovisiones.com/sequía, el 12 de noviembre de 2002.

(3) Aguilera (1998).

(4) Fundamentos jurídicos, ambientales, económicos, sociopolíticos y técnicos.

(5) La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó al año 2003 como el Año Internacional del Agua Dulce, de esta forma se invita a todos los Estados miembros, al Sistema de Naciones Unidas y a todos los demás agentes involucrados a “sacar partido al año para incrementar la conciencia sobre la importancia del agua dulce y a promover acciones a nivel local, nacional, regional e internacional”.

(6) Tal y como afirma Barkin, D. (2001, introducción, pp.11) en algunas partes de México las mujeres dedican hasta la tercera parte de su día laboral a la obtención de agua.


2.- “No derrocharás el Agua del Planeta Azul en vano”.

2) Ahorro de agua


La aceptación del agua como un recurso renovable pero limitado debe servir para fortalecer nuestra preocupación por el ahorro, en este sentido actualmente se aboga por un uso racional del agua, apoyado en una revisión de los hábitos de consumo, tanto a nivel de familia como de empresa.


Tradicionalmente las políticas encaminadas a promover el ahorro de agua se consideraban como medidas de emergencia para hacer frente a situaciones de sequía, sin embargo, en los últimos años, estas líneas de actuación se han convertido en máximas a cumplir si se aspira a gestionar de forma eficaz este recurso.


Actualmente se han puesto en marcha multitud de técnicas que, de una forma u otra, pretenden colaborar en una mejor gestión del agua a través del fomento del ahorro. Técnicas que recorren todo el ciclo hidrológico y que van desde la modernización y mejora de las infraestructuras, tanto en lo que se refiere a los procesos de captación y transporte del agua como a los de reutilización de las aguas residuales ya depuradas, hasta el desarrollo de programas educativos con el objeto de crear un hábito de uso racional en el consumo de agua (Búrdalo, 2000).


Este tipo de iniciativas se recogen en los llamados
Programas de Conservación del Agua, que a su vez se dividen en cinco grupos (Villarroya y otros, 1996):


 

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