Criterios de validación científica

III Linea Convencional

1.4) El problema de la inducción

¿Qué podemos objetar a este tipo de inferencia que parece ofrecer todo tipo de garantías para llegar a un resultado objetivo?. Desde el punto de vista de la lógica ya hemos comentado que los procesos de inferencia que son válidos son dos: el modus ponens y el modus tollens. ¿Constituyen las inferencias inductivas aplicaciones correctas de uno de estos procesos?. La respuesta es claramente no. Lo que caracteriza a los procesos de inferencia que son válidos es que se limitan a transferir el contenido de unos enunciados a otros sin añadir nada en el proceso de transferencia. Las generalizaciones inductivas claramente incumplen este principio porque cuando se pasa de un número finito de enunciados singulares, por muy grande que sea su número, a un enunciado universal se está realizando un salto que lleva consigo una ampliación de contenido. Es lo que en la literatura se conoce con el nombre de inferencias ampliativas frente a las inferencias demostrativas que respetan el contenido en la transmisión. En este sentido, García Suarez (1979) escribe lo siguiente: "Una de las características más notorias de la inducción utilizada en la ciencia natural es que va en algún sentido más allá de las premisas que son los hechos singulares de la experiencia. De ahí su carácter ampliativo".

Este es el llamado Problema de la Inducción. En la literatura, ha habido numerosos intentos para dar solución a este problema tal como puede verse, por ejemplo, en Swinburne (1974) y en Black (1979). Pero en sentido estricto puede decirse que los intentos han sido infructuosos. Al final, se ha concluido definiendo una tercera vía de inferencia lógica que, aunque no del todo aceptable según los cánones de la lógica, parece haber bastantes razones para que las prácticas que se basan en ella resulten aceptables. Swinburne (1976) escribe: "Los argumentos que son, en cierto sentido, buenos argumentos, y que en cierto sentido, hacen razonable para nosotros aceptar la conclusión, se denominan argumentos inductivos si no son argumentos deductivamente válidos. Pero, desgraciadamente, no hay ningún uso preciso convenido para la expresión 'argumento inductivo', ni ningún par de adjetivos similares a 'válido' y 'no válido', para calificar los argumentos inductivos. Remediaré el último defecto usando los términos 'correcto' e 'incorrecto' con esta función. Diré que un argumento inductivo es aquel que no es deductivamente válido, pero en el cual se pretende que las premisas 'hacen razonable' para nosotros aceptar la conclusión". Black (1979), por su parte, escribe lo siguiente: "El término 'inducción' será usado aquí para designar todos los casos de argumentación no demostrativa, en las que la verdad de las premisas, aunque no entraña la verdad de la conclusión, pretende ser una buena razón para creer en ella".

Así, vemos que en el caso de Black, el argumento pretende ser una buena razón para creer en la conclusión y Swinburne dice que las premisas hacen razonable creer en la conclusión. Lo único que queda por resolver es lo que se entiende por ser una buena razón y por hacer razonable y cómo se puede concretar eso en la práctica diaria de la ciencia.


Ir a CiberConta Retroceder   Inicio leccion  Avanzar