A fin de conseguir aumentar la competitividad,
las
empresas tienden a reducir su nivel de gasto y coste salarial, para poder ofrecer
un producto más barato y garantizarse a su vez beneficios,
y lo hacen incrementando la inversión en aquellas infraestructuras
que suponen la reducción de puestos de trabajo, y cuya
amortización sea menor que el coste de éstos, y
por la implantación de nuevas formas de relación
contractual: subcontratas, contratos de servicios, trabajadores
autónomos... lo que supone la disminución de los
costes salariales fijos y el aumento de costes variables. El
flexitrabajo
constituye
una de las formas alternativas más extendidas de relación
laboral, distintas a la del empleo asalariado, con menores niveles
de protección y mayor inestabilidad.
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