Caracteristicas generales de la Inversion Financiera

II Características generales de la inversión financiera

Las características de un activo financiero son las siguientes:

· Rentabilidad
· Riesgo
· Liquidez
· Maduración
· Fiscalidad

Aunque todas ellas debemos suponerlas conocidas al iniciarse un curso de especialización, vamos a resaltar o resumir algunos aspectos que tendrán importancia en el desarrollo del curso.

La rentabilidad muestra una relación por cociente entre ganancias y gastos de inversión. Si bien puede parecer una obviedad la ejemplificación, permítaseme ilustrar con números la anterior relación; ciertos conceptos financieros, por el hecho de serlos intimidan inicialmente. Supongamos una inversión de 1.000 ? (el lector debe acostumbrarse a esta denominación monetaria, ya que "casi" todos los productos financieros vienen "establecidos" en Euros actualmente), y un retorno o riqueza final de 1.100 ?. Es evidente que la ganancia es de 100 ?, que al dividirla por la inversión de 1.000 ? nos proporciona una rentabilidad de 0,1, o lo que es lo mismo del 10%.

Tanto para el caso de Sociedades o Empresas, como para el caso de particulares es especialmente importante diferenciar entre la rentabilidad por plusvalías y la rentabilidad por rendimiento. Ambas tienen diferente tratamiento contable, fiscal y financiero. La plusvalía (o minusvalía) viene determinada por la diferencia entre el precio de compra y el de venta; plusvalía si el segundo es mayor que el primero, y minusvalía en caso contrario. El rendimiento lo determina la remuneración proporcionada por el activo. En el caso de la renta fija esta remuneración la conforman los cupones o intereses. En la renta variable, se trata de los dividendos, que por propia definición pueden o no existir, y que en cualquier caso estará tanto en función de las ganancias de la compañía en la que se invierte, como de la estrategia financiera de reparto de recursos de la misma. Hay compañías que aún con abundantes ganancias tienen por política no distribuir dividendos para dedicar más recursos al crecimiento, y que sea éste, vía traducción en valor (plusvalías), el que facilite rentabilidad al accionista.

La segunda de las características, el riesgo, es una variable consustancial a los negocios, y se ha definido desde muy diversas perspectivas. Pero, realicemos una aproximación práctica para entendernos.

En la inversión financiera cabe diferenciar dos tipos de riesgo diferente, que miden o valoran diversas posibilidades. En primer lugar, y como más popular en la inversión financiera tenemos el riesgo de pérdida o la probabilidad de pérdida. En este caso estaríamos valorando la posibilidad de vender el activo por un precio inferior al de compra. Se trata de un riesgo especialmente importante en la renta variable, pero también existe tal posibilidad en la renta fija, aunque genéricamente menor que en el caso de la renta variable (ésta es una apreciación general que será matizada en su momento, ya que tanto en la renta variable como en la fija hay muy diversa variedad de títulos con diferentes comportamientos en precios y remuneraciones). En segundo lugar, cabe mencionar el riesgo de insolvencia del emisor del título. En este caso se trata de valorar algo más grave que la posibilidad de pérdida, y es la probabilidad de que el emisor no pague las cantidades inicialmente comprometidas, tanto cupones o intereses como el "principal" objeto de compromiso. No nos olvidemos que contratar renta fija supone una operación de préstamo de recursos del suscriptor (prestamista) al emisor (prestatario), por la que éste se compromete al pago de cupones y devolución del principal en determinadas fechas; a no ser que le vayan mal los negocios y nos veamos en una lista de acreedores a la espera de la decisión judicial.

La tercera característica, la liquidez, no es equivalente al significado del término en las finanzas de empresa, y que podríamos identificar como "situación de tesorería". En inversión financiera se define liquidez como la posibilidad de realizar (vender) un activo sin incurrir en graves pérdidas de valor por ello. Quizás la primera parte de la definición no necesite explicación alguna; el grado de liquidez de un activo financiero depende de las posibilidades de su venta, a decisión del inversor y sin esperar a vencimiento. Para ello, el factor clave es la existencia de un mercado organizado donde coticen los títulos, ya que de haberlo, a él podríamos acudir para venderlo al precio de equilibrio entre oferentes y demandantes. Pero he aquí un elemento importante, ya que, aún cotizando en mercados organizados, no todos los títulos tienen las mismas características de oferta y demanda. Por decirlo de una forma concreta, no es lo mismo tratar de vender acciones de telefónica que de FAES, Tudor, Vilesa, etc. El grado de liquidez de telefónica es mucho mayor que el de estas últimas, a no ser que estemos dispuestos a vender nuestra inversión a cualquier precio, rebajando nuestras iniciales intenciones para lo que siempre encontraremos un potencial comprador interesado en "gangas". Esta es la justificación de la segunda parte de la definición; las rebajas de precios o pérdida de valor no otorgan grado de liquidez, aunque sí facilidad de venta. Otro ejemplo lo podemos tener en la inversión inmobiliaria. Se trata de activos de escaso grado de liquidez, pero si queremos vender un piso inmediatamente no tenemos más que bajar el precio hasta encontrar compradores interesados.

La cuarta característica la maduración, la podemos definir como el tiempo que tarda en recuperarse la inversión inicial. Debemos diferenciar siempre entre maduración y vencimiento, aunque en algunos casos coinciden. El vencimiento marca el momento de finalización de las obligaciones de intercambio de flujos (cobros y pagos) entre suscriptores y emisores de títulos financieros. La maduración viene determinada por el momento en que se logra cubrir la inversión inicial con los flujos operativos que de la misma se obtiene. Es obvio que coincidirán maduración con vencimiento, cuando todos los flujos operativos sean obtenidos en el momento del vencimiento, y ninguno antes.

El indicador clásico de la maduración es el Plazo de recuperación, que, a efectos de simple recordatorio, para inversiones con Cash Flow constante se obtiene por cociente entre la inversión inicial y el citado Cash Flow. En el caso de las inversiones bursátiles, el indicador de maduración se denomina PER (del inglés; Price Earning Ratio), y se obtiene por cociente entre la cotización bursátil de la acción que se trate y su BPA (Beneficio por Acción, o Beneficio dividido por el número de acciones en circulación).

Razonemos con un ejemplo su significado. Supongamos una acción con cotización 50 ? y BPA 0,5. Su PER sería de 100, esto es, si no consideramos los movimientos de precios en mercados, y solo valoramos la operativa de generación de recursos interna de la empresa, tardaríamos 100 años en recuperar la inversión.
Supongamos ahora que el BPA es el doble (1 ?), su PER sería ahora justo la mitad (50). Mejor, no?. Valore usted ahora si, en identidad de condiciones institucionales, legales macroeconómicas y propiamente de mercado, prefiere entrar en un valor con PER 100 o 50. No le escucho la respuesta pero supongo que se habrá decidido por la segunda; 50 años para recuperar la inversión, mejor que 100. Llegamos al punto al que quería llevar al lector, ya que éste habrá decidido que le resulta más barata la acción con PER 50 que la de 100. Efectivamente, el PER se constituye igualmente en un indicador de valor, siendo válido únicamente en determinadas condiciones y ante la comparativa con idénticas referencias; mismo sector (los diversos sectores presentan PER´s diferentes), idénticas condiciones institucionales y legales, similares condiciones en los mercados financieros, etc.

La última de las características, la fiscalidad, depende de cada producto concreto, pero en todo caso supone una disminución de la rentabilidad por el gravamen fiscal de las rentas generadas. El debate en torno a esta variable es interesante; carácter progresivo?, neutralidad?, incentivo o desincentivo de ciertos productos?, etc. En cualquier caso, en cada uno de los temas iremos especificando la fiscalidad específica de cada producto, en buena parte de los cuales ha sido modificada recientemente (ejercicio 2.000).

Cuando se valore la posibilidad de entrada en alguno de los productos financieros, ya sea de renta variable, de renta fija o de inversión colectiva, debemos realizar una aproximación a cada una de las características descritas anteriormente, y es pertinente mencionar que entre ellas existe una clara relación que pasamos a describir a continuación.


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