La franquicia es un sistema de comercialización
basado en una colaboración estrecha y continua entre empresas, que son jurídica y 
financieramente distintas e independientes. Mediante
la firma del contrato, la empresa franquiciadora cede a la franquiciada
el derecho a explotar una marca, a cambio de una serie de contraprestaciones
económicas. Una vez conocido el funcionamiento de una
franquicia, elegiremos la alternativa que más nos interese
teniendo en cuenta, primero, nuestro perfil como potencial franquiciado
y, después, valorando nuestros recursos económicos,
buscando el sector y producto o servicio adecuado.Tras seleccionar
la franquicia de interés debemos solicitar un dossier informativo al franquiciador y contrastar los
datos. Para ir sobre seguro es aconsejable acudir a una empresa
consultora como, por ejemplo, "Mediterránea de Franquicias",
ubicada en Alicante, cuyos servicios incluyen desde la orientación
en la selección de la franquicia, hasta una investigación
exhaustiva del negocio.
Aparte del suministro de un producto o servicio de calidad y de nombre bien reconocido, la franquicia se basa en la reiteración de un logro comercial a partir de un modelo operacional y de gestión concreto. Este es el saber- hacer, el "Know-how" que el franquiciador está obligado a transmitir a sus franquiciados.
El contrato para la adhesión a una franquicia refleja el contenido y las condiciones de la relación entre franquiciador y franquiciado. Por tanto, deberá establecer sin ambigüedad las obligaciones y responsabilidades de ambas partes con el fin de no encontrar sorpresas no deseadas.
La fórmula de la franquicia está
modernizando el comercio tradicional y es una buena alternativa donde el riesgo de
fracaso es menor que en otros negocios, como consecuencia de
repetir un modelo de éxito probado, aunque no es la panacea.
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