La
lección de un método de estudio para un conocimiento
genera una forma específica de conducir el pensamiento
y eso puede generar divergencias de puntos de vista. Tal facto
ocasiona el nacimiento de una escuela cuando uno intelectual junta un
grupo a su vuelta de pensar, en un determinado lugar.
Es lícito hablarse de la escuela de Platón, en la
filosofía, como es de hablarse de la escuela de Masi, en
la Contabilidad. Cuando los discípulos van desarrollando
sus ideas y formas particulares criando otros grupos, pero, dentro
de una misma línea, se crea una corriente científica.
La Contabilidad ha tenido y aun tiene algunas líneas especificas
de pensamiento, tal como ocurre con el Derecho, la Sociología,
la Física, etc.. Las corrientes científicas,
todavía, son diferentes de aquellas empíricas o
pragmáticas. Los pragmáticos se contentan en
erguir criterios basados apenas en consensos subjetivos, muchas
veces contestables lógicamente e basanse más en
"casos" aislados
o de una región determinada, aceptándolos como se
fueran verdaderos. Los científicos solamente basan en verdades
universales diversas consagradas por la experiencia y algunas
apenas rigorosamente apoyadas en la lógica, en el raciocinio
sobre las condiciones universales de un fenómeno observado,
pero, ambas com grande rigor epistemológico.
Las
corrientes científicas consagradas, en la Contabilidad
moderna del Siglo XX, de mayor profundidad y que más tiene
perdurada son las aziendalista y patrimonialista.
La corriente patrimonialista es la que consagra como objeto de
estudios de la Contabilidad el patrimonio.
La aziendalista considera que hay una ciencia de la célula
social y que la Contabilidad es una parte de ella que dedicase
por considerar la riqueza como una evidencia del sistema.
El patrimonialismo, todavía quedase sólido en Brasil,
en las Américas, en parte de la Italia, Francia, Portugal,
Argentina, en resumen, encontró aceptación internacional.