Introducción a la PYME

I Importancia de la PYME

 

Bajo una óptica regional, basada en la Unión Europea, la Pequeña y Mediana Empresa (PYME) representa un gran porcentaje de las entidades asentadas en dicho territorio. El cuadro 1.1. recoge las relaciones de participación de las empresas, clasificadas según su dimensión, en los principales países de la Europa de los doce. Las unidades económicas de tamaño reducido son las que mayor presencia poseen en toda Europa concentrando un 99,9% y absorbiendo el 71,89% del empleo, para España las cifras son algo superior, las PYMEs representan un 99,6% del total de empresas y un 91,5% del total de mano de obra, en este sentido se observa que España es el país donde más dependencia se tiene de las pequeñas entidades. Ante estas contundentes cifras no es extraño que la PYME desempeñe una labor estratégica en la economía de muchos países.

La indiscutible relevancia que presentan este tipo de unidades económicas puede ser explicada por varias características, de entre las cuales mencionaremos las siguientes:

· Receptor de gran volumen de empleo.

· Mínimas barreras de entrada.

· Aproximación de la producción al consumo.

· Vinculación con la Gran Empresa.

· Adaptación rápida a la coyuntura económica.


1) Receptor de gran volumen de empleo

El gran porcentaje de empleo que absorbe la PYME no es, principalmente, producto de su escasa automatización y por ende su necesidad de abundante mano de obra, sino por un factor relacionado al gran número de empresas de pequeña dimensión que existen, en este sentido podemos observar en el cuadro 1.2. como el número de nuevas empresas(1) es inmensamente mayor en las entidades de menor tamaño. Como lo señala C. Menéndez (1982 p. 37) es en este tipo de empresas donde realmente se consigue la movilidad de la mano de obra.

Si la creación de una nueva PYME se basa en un proceso desverticalizador(2) de la gran empresa, el empleo sólo se transfiere, en ningún caso se crean puestos de trabajo.

Políticamente la importancia de la PYME se basa en el aspecto social que cumple, es por ello que las medidas destinadas a fomentar el desarrollo de las pequeñas y medianas unidades económicas se encuentren en casi todos los planes para atacar el desempleo.


2) Mínimas barreras de entrada

En general las PYMEs presentan barreras de entrada con niveles muy bajos. Es muy común encontrar empresas que nacen tan sólo de la experiencia de sus propietarios en determinados oficios; el capital no cumple una gran importancia a la hora de crear una PYME, aún cuando será un importante factor de crecimiento. Gracias a esta situación muchos individuos pueden experimentar el reto de hacer empresa. Si consideramos lo expueto por I. Barredo y Juan Llorens (1993 p. 123), veremos que tanto en España como en el resto de Europa los factores que incentivan al nuevo empresario son la autorrealización y la esperanza de obtener unos mayores ingresos, por esto las entidades de pequeña dimensión son las puertas al desarrollo individual de muchas personas, que sólo necesitan un pequeño empujón.

 


3) Aproximación de la producción al consumo

Las grandes empresas no están presentes en todas las actividades económicas en forma predominante, debido, como indica C. Menéndez (1982 p. 50) a que existen mercados reducidos para productos muy especiales que no llaman la atención de las grandes organizaciones, ya que o no le son rentables o no le son interesantes a largo plazo. Si observamos el cuadro 1.3., el cual recoge un estudio realizado por J. Alonso y V. Donoso que toma como base los datos proporcionados por el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), en él se observa que existen sectores de la economía española donde predomina la PYME, precisamente en los sectores de : alimentación; calzado; piel; madera y muebles; maquinaria mecánica, por citar algunos.

Además otra característica que posee la PYME, en este sentido, es la adaptabilidad de su sistema de producción para la elaboración de productos que sólo ella es capaz de realizar.


4) Vinculación con la gran empresa

La gran empresa no podría cumplir sus objetivos sin la ayuda de las pequeñas y medianas, tal como lo indica C. Menéndez (1982 p- 53) "...ambas son complementarias: unas no puede subsistir sin las otras". Este vínculo estrecho lo podemos definir por las siguientes circunstancias:

· Una gran cantidad de la producción de las pequeñas unidades económicas va dirigida a las grandes empresas como componente en sus respectivos procesos productivos.

· Cada vez se estrecha más la relación entre gran empresa y pequeña, un aporte a este fenómeno lo representa la utilización de subcontratación por parte de las grandes entidades(3).


5) Adaptación rápida a la coyuntura económica

Otra característica que hace importante a la PYME es su adaptabilidad, gracias a su estructura flexible estas entidades pueden mutar según sean las condiciones económicas imperantes en su entorno, en este sentido C. Menéndez (1982 p. 37) indica "Son las pequeñas empresas quienes inyectan al sistema económico la flexibilidad, la astucia, la facultad de adaptabilidad y la maniobrabilidad de sus estructuras". Podemos agregar además, que estas ventajas exclusivas de estas unidades económicas de menor tamaño, son a la vez un gran inconveniente para las mismas, principalmente, por la vulnerabilidad de sus frágiles estructuras.


(1) Se considera similares para estos efectos los términos empresa y establecimiento.


(2) Este proceso denominado como subcontratación se considera como una nueva organización productiva, véase R. Aláez Aller (1992) y I. Barredo y J. Llorns (1993).


(3) Se estima que en España la subcontratación mueve cerca de cuatro billones de pesetas y que prácticamente la totalidad son PYMEs, I. Barredo y J. Llorens (1993).

 

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