La PYME ante la globalización de la economía

IV Estrategias de internacionalización

 

En el actual entorno económico cada vez son menos las empresas que sólo desarrollan su actividad en áreas locales. A medida que la globalización avanza a todos los sectores de la economía, las empresas deben buscar nuevas estrategias para lograr sus objetivos empresariales. En este sentido, la internacionalización es una vía para obtener un mayor desarrollo en la organización y también, como defensa en la pérdida de presencia en los mercados locales. La decisión debe ser concebida con el apoyo de alguna ventaja competitiva que le asegure un relativo éxito en la tarea internacionalizadora. Además, es aconsejable que la empresa mantenga una posición estable y consolidada en el mercado local antes de dar comienzo a la conquista de nuevos mercados.

Las estrategias para penetrar mercados exteriores son muy variadas, teniendo en un extremo a la exportación y en el otro a la inversión directa. Analizaremos a continuación algunas de las alternativas más comunes utilizadas para la internacionalización de las entidades económicas:

· Exportación

· Licencia y franquicia

· Inversión en el exterior

 


1) Exportación

 

La exportación es la estrategia más común para penetrar mercados extranjeros. Podemos indicar que esta alternativa es el primer paso que las entidades dan en el largo proceso de internacionalización(9). Las exportaciones pueden ser realizadas a través de dos vías: en forma directa o indirecta.

 

a. Exportación directa

La característica de este tipo de exportación radica en que la gestión de promoción y comercialización de los productos es realizada por la propia empresa, ya sea a través de su propio departamento de comercio exterior o mediante la creación conjunta de una entidad especializada en el tema (Consorcios de Exportación). Esta alternativa permite a las unidades económicas un mayor conocimiento y control sobre sus operaciones internacionales.

 

b. Exportación indirecta

En esta fórmula de internacionalización la empresa no se compromete en las tareas de comercialización y marketing de sus productos en los mercados de destino, tareas que son encomendadas a empresas intermediarias de comercio exterior. Esta alternativa proporciona un bajo control sobre las operaciones internacionales y un menor conocimiento de la actividad internacional.

Para la pequeña y mediana empresa las exportaciones son la solución al problema de la internacionalización, principalmente atendiendo a sus bajos requerimientos de recursos y a la gran posibilidad de adquirir nuevos conocimientos (relacionados con comercio exterior) claves para el desarrollo de nuevas estrategias internacionales. Además, esta fórmula posee la ventaja de poder realizarse a través de la cooperación entre empresas (esta alternativa es analizada en profundidad en el capítulo III y IV del presente trabajo), permitiendo la incorporación de pequeñas unidades económicas al comercio internacional.


2) Licencia y franquicia

 

Otra alternativa que poseen las empresas para tener una presencia internacional es el otorgamiento de licencias o franquicias a terceros asentados en los mercados de destino.

La licencia supone un acuerdo contractual que permite al adquiriente acceder a un conocimiento protegido (generalmente incorporado en un activo intangible, en un proceso de producción o en una marca) a cambio de satisfacer una determinada compensación, que se define en función de las ventas.

Para la franquicia suele cederse no sólo un conocimiento, sino también una forma de organizar el negocio, un nombre comercial y una tecnología de gestión.

Entre las ventajas atribuibles a estas formas de penetración está el bajo riesgo que se deriva del compromiso de recursos. Entre sus inconvenientes figura la oportunidad que brinda a potenciales competidores para acceder a una tecnología no conocida.

 


3) Inversión en el exterior

 

Esta alternativa representa un elevado riesgo y a la vez proporciona un mayor control de las operaciones internacionales, además incorpora gran cantidad de recursos lo cual se traduce en una barrera para las pequeñas y medianas unidades económicas (especialmente la inversión en filial). Entre las inversiones en el exterior más comunes encontramos:

 

· Inversión en filial

· Inversión mixta (joint ventures)

 

a. Inversión en filial

Una filial es una compañía local, sujeta a la ley del país en que se instala, y cuyo capital es propiedad de una compañía matriz radicada en el extranjero. Esta fórmula de internacionalización es básicamente destinada a la gran empresa, debido a la elevada inversión que compromete.

 

b. Inversión mixta (joint ventures)

Una empresa mixta es una compañía en la que participan, con voluntad de permanencia, dos o más agentes procedentes de países distintos. Es ésta, una de las formas de presencia internacional más utilizadas. Entre sus ventajas se encuentran las siguientes:

 

· Se consigue una mayor permisividad de los gobiernos locales, que son menos reacios a esta fórmula compartida, en comparación con opciones como la filial.

· Permite una más fácil transferencia de recursos y capacidades tecnológicas y de gestión por parte de los socios comprometidos.

· Disminuye el volumen de recursos financieros que son necesarios por parte de la empresa internacional para poner en marcha el proyecto empresarial.

 

Una vez que hemos conocido algunas de las estrategias de internacionalización que pueden ser ejecutadas por las entidades, nos corresponde identificar cuales son los factores que condicionan el tipo de fórmula a aplicar.

 


4) Factores condicionantes al momento de seleccionar la estrategia de penetración internacional

 

Para desarrollar este punto nos basaremos en las recomendaciones dadas por el ICEX(10) para seleccionar la forma de penetración en el extranjero. En este aspecto, tal como lo muestra la figura 2.3. se identifican dos tipos de factores a tener en consideración, a saber:

· Factores Externos

· Factores Internos


 

a. Factores Externos

Los factores externos se refieren a las características de los mercados exteriores y del mercado doméstico, así como del sector al que pertenece la empresa. Entre este tipo de factores tenemos:

· Mercado objetivo: el tamaño del mercado, actual y futuro, constituye una primera variable a tener en cuenta. Los mercados pequeños favorecen formas de penetración de bajo compromiso, como las exportaciones indirectas, licencias o acuerdos interempresariales, mientras que lo contrario sucede en los mercados altamente dinámicos, donde pueden caber opciones más comprometidas, como las filiales o las empresas mixtas. Otra dimensión relevante es la estructura de competencia del mercado: en caso de ser altamente competitivo, la exportación se ve favorecida respecto a vías alternativas de mayor compromiso, mientras que la presencia directa, a través de la inversión, es más requerida en mercados oligopolizados. Por último, importa también la infraestructura de marketing del mercado de destino: en caso de ser inexistente, la empresa ha de optar por establecer canales propios de comercialización.

 

· Condiciones de coste: Un segundo conjunto de variables se refiere a las condiciones de coste del país de destino. En caso de que exista una notable ventaja de coste (ventaja de localización), la empresa tratará de implantarse a través de fórmulas inversoras, mientras que si los costes son elevados en relación con los del mercado de origen, la empresa tratará de buscar alguna fórmula que no requiera presencia directa en el mercado de destino.

 

· Factores ambientales: Influyen también en la decisión de la empresa las condiciones económicas, políticas y culturales del mercado de destino. En particular, afecta la estructura normativa de la economía receptora, especialmente en todo lo que alude a la regulación de las transacciones internacionales, y el tono de su política económica. La distancia geográfica respecto del mercado de origen puede constituir un factor relevante a la hora de disuadir respecto a la elección de fórmulas menos comprometidas, como la exportación , en virtud de los costes asociados al transporte de las mercancías. Y, en fín, la distancia psicológica entre mercados, vinculada a las diferencias existentes en materia cultural, lingüística e institucional, condiciona la percepción de riesgos e incertidumbres, de modo que cuanto mayores sean, más proclive será la empresa a optar por fórmulas de bajo compromiso exterior.

 

· Condiciones del mercado doméstico: También las condiciones del mercado doméstico influyen sobre la forma de penetración de la empresa en los mercados internacionales. Así, por ejemplo, la dimensión del mercado doméstico puede condicionar la escala de producción de la empresa; y el tamaño de ésta, a su vez, favorece fórmulas más comprometidas de penetración. Un segundo factor relevante es el clima de competencia en el mercado de origen, dado que las estructuras oligopólicas favorecen la rivalidad entre las empresas en sus estrategias de internacionalización.

 

b. Factores internos

Entre los factores internos, los más significativos son las características del producto y los activos comprometidos.

· Características del producto: La capacidad de diferenciación del producto puede condicionar el nivel de presencia de la empresa en mercados exteriores. Cuanto mayor sea la capacidad de diferenciación, más obligada estará la empresa a apoyar la presencia de sus productos con una poderosa acción de marketing en los mercados de destino. La intensidad tecnológica de los bienes comerciados también puede condicionar las formas de penetración de la empresa, favoreciendo fórmulas como la licencia o la inversión, cuando es relevante la exclusividad del activo tecnológico de la empresa.

· Activos comprometidos: Cuanto mayores sean los recursos de la empresa, más accesibles serán las fórmulas comprometidas de penetración internacional, como la inversión. La experiencia internacional también puede favorecer fórmulas más intensas de penetración de los mercados exteriores.


5) Una visión a la internacionalización de la empresa española

 

Para hacernos una idea de las estrategias utilizadas por las empresas españolas para su internacionalización nos basaremos en el trabajo realizado por A. Fonfría(11). Este estudio considera un universo de 545 empresas de las cuales el 77% pertenecen al sector industrial. Como se aprecia en el cuadro 2.1. se consideran como vías de internacionalización: exportaciones; inversión directa en el exterior; concesión de licencias y combinaciones entre estas tres alternativas.


 

Se observa en el cuadro como la mayoría de las empresas encuestadas (79,6%) utilizan como vía de internacionalización las exportaciones; seguida por la inversión directa en el extranjero (28,2%) y en menor grado la concesión de licencias (13,4%). Si se analizan las combinaciones entre las diversas estrategias de penetrar mercados extranjeros, la más utilizada (27,5%) corresponde a la unión entre exportación e inversión directa; seguida por las exportaciones y licencias (12,7%), y en último nivel (7,1%) las licencias e inversión directa.

También se aprecia en el cuadro como la pequeña y mediana empresa está participando de las diversas alternativas de penetrar mercados extranjeros. De las entidades que optaron por la exportación un 85,9% posee menos de 500 trabajadores; en el caso de la inversión directa corresponde al 79,2% y en la concesión de licencias el 79,3% es PYME.

Aún cuando el estudio está realizado entre empresas innovadoras, los resultados obtenidos nos sirven para conocer qué estrategias se barajan entre las empresas españolas a la hora de decidir el ingreso a los mercados internacionales.

El proceso de internacionalización debe ser paulatino, esto es, empezar por las fórmulas que involucren menos riesgo para el empresario, un ejemplo de ello es comenzar con la actividad exportadora en cooperación con otras entidades, de este modo, se compartirá el riesgo y lo más importante se obtendrá el conocimiento necesario para desarrollar, en el futuro, las acciones comerciales internacionales en forma individual (a través de su propio departamento de comercio exterior). En este sentido, los próximos dos capítulos versan sobre los consorcios de exportación como estrategia de internacionalización para la pequeña y mediana empresa, ya que es ella quien debe enfrentar con mayores dificultades el desafío de la globalización de la economía.


(9) J. Calvo (1993).

(10) A través del curso superior "Estrategia y gestión del comercio exterior" (1999).

(11) "Factores tecnológicos y estructurales explicativos de la internacionalización de las empresas innovadoras". Documento de trabajo del Instituto de Análisis Económico y Financiero (IAIF).


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