La performance y sus medidas

IV El ratio premio-volatilidad de Treynor

1) Sentido financiero

De estructura similar al índice de performance de Sharpe, la medida de Treynor (1965) o ratio premio-volatilidad, tiene la siguiente expresión:

En este caso, la prima de rentabilidad que la cartera p ofrece con respecto a Rf se relaciona con el parámetro b significativo del riesgo sistemático de la cartera de acuerdo con el modelo de mercado de Sharpe. Por lo tanto, el sentido financiero de este índice indica el exceso de rentabilidad de una cartera sobre el rendimiento sin riesgo que la cartera ofrece por unidad de riesgo sistemático. Similarmente al caso anterior, cuanto mayor sea el valor que el índice de Treynor tome para una cartera, mejor gestionada habrá estado ésta.

La razón de incluir el riesgo sistemático, se debe al hecho de que hay que suponer que los gestores de las carteras administran las mismas de forma eficiente, de tal manera que el riesgo específico habrá sido anulado y, por tanto, únicamente hay que pensar en remunerar a los inversores financieros por el riesgo sistemático que soportan.

Siguiendo la misma estructura de trabajo que en el caso anterior, se procede a realizar el análisis del signo de la derivadas parciales del índice de Treynor en función de los dos parámetros relevantes:

En este caso, la fiabilidad de que siempre concurra este signo no es total, al contrario de lo que ocurría con el índice de Sharpe, ya que, como se ha analizado anteriormente cabe la posibilidad de que el parámetro b representativo del riesgo sistemático sea negativo, aunque ello no es habitual y mucho menos a largo plazo.

De nuevo, el signo negativo de esta expresión exige que la prima de rentabilidad sea positiva sobre el rendimiento libre de riesgo, por lo que la conclusión es la misma que para el índice de Sharpe. No obstante, cumpliendo estas restricciones el índice de Treynor es aceptable como expresión indicativa de la performance de las carteras.


2) Estudio de sus líneas isoperformance

El gráfico 3.11. representa las líneas isoperformance, cuyo mapa es similar al ilustrado en el gráfico 3.5., es decir, el relativo al mapa de lineas isoperformance del índice de Sharpe.

Gráfico 3.11

Para cada valor de Tp* estas líneas isoperformance obedecen a la siguiente expresión:

E(Rp) = Rf + Tp* * bp

De nuevo, este mapa estará formado por líneas rectas cuya ordenada en el origen sera Rf y la pendiente de cada recta será Tp*.

Del mismo modo que se observó para el índice de Sharpe, el estudio de las carteras dominantes de una cartera dada se puede realizar en base al cálculo de la línea isoperformance que pasa por el punto representativo de las coordenadas de dicha cartera, es decir del par (E(Rp); bp). A partir de ahí, las combinaciones que se encuentran en la propia línea son indiferentes, las que están en la zona superior son preferidas y las que están en el espacio inferior forman el conjunto de las carteras dominadas por la cartera p.

Ejemplo 3.2. En base a los datos recogidos en el ejemplo 3.1, utilizaremos el ratio premio-volatilidad de Treynor para valorar la performance de nuestra cartera A y de otras cuatro carteras más (B,C,D,E). Para calcular este ratio será necesario conocer la evolución en términos de rentabilidad de un índice de mercado de referencia. Estos datos son recogidos en la siguiente tabla:

 Período  1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
 Rentabilidad (M)  1 1.5 1 -0.5 -0.5 1 1 0.5 1.5 1.5 1 1

A partir de esta serie obtendremos la b de cada cartera. Esta b aparece en la expresión de la Security Market Line del modelo C.A.P.M., y representa el riesgo sistemático que soporta nuestra cartera.

Ep = Rf + [EM - Rf] * bp

Los resultados son los siguientes:

 bA 1,193
bB 1,016
bC 1,241
bD 1,080
bE 1,532



Aplicando el
índice de Treynor a las anteriores carteras obtenemos los siguientes resultados:

 TA 0,593
TB 0,615
TC 0,469
TD 0,732
TE 0,707

Como era de esperar las carteras C y D presentan unos respectivos ratios de Treynor inferior y superior con respecto a nuestra cartera A. Sin embargo observamos que las carteras B y E presentan ratios superiores a la nuestra, por lo que en sentido de Treynor ambas estarían mejor gestionadas que la cartera A, algo que no sucedía al analizarlas aplicando el ratio de Sharpe, ya que la cartera B presentaba una menor performance que la A.

De acuerdo con el gráfico 3.11, las líneas isoperformance de nuestras cinco carteras analizadas quedan recogidas de la siguiente forma:


Gráfico 3.12


3) Tratamiento de la rentabilidad y del riesgo sistemático

Tal y como se realizó para el estudio del índice de Sharpe, se procede a analizar las desviaciones que se detectan en el índice de Treynor ante cambios de la rentabilidad esperada e, igualmente, los cambios que sufre el índice para variaciones del parámetro b.

En primer lugar, mediante el método de trabajo de incrementos finitos de la variables a analizar, se mantendrá constante el valor de parámetro representativo del riesgo sistemático y se realizarán variaciones en el valor correspondiente a la rentabilidad esperada.

De este modo, sea un valor de performance TI correspondiente a una cartera cuyo nivel de riesgo se denota por b*, siendo E(R) su rentabilidad esperada correspondiente.

A partir de aquí, el análisis de sensibilidad se realiza sobre la rentabilidad esperada. De modo que, aplicándose un incremento sobre el valor de E(R), se cumplirá que:

El incremento sobre el valor de la performance que viene provocado por la variación de la rentabilidad esperada DE(R), es decir, el valor de DT, viene determinado por la siguiente expresión:

Operando:

Retomando el hecho de que este índice sólo es asumible para carteras cuyo valor de b sea positivo, los incrementos unitarios en la rentabilidad esperada de una cartera implican incrementos de performance directamente proporcional, siendo esta proporción igual a 1 / b* , lo que pone de manifiesto que cuanto mayor es el nivel de riesgo sistemático soportado menor será el aumento del ratio de Treynor ante incrementos adicionales de la rentabilidad esperada.

Este análisis queda ilustrado en el gráfico 3.13., para el cual son válidas las cuestiones uno y dos relacionadas con el gráfico 3.9. relacionadas con el índice de Sharpe, si bien hay que hacer un par de cambios en las reflexiones correspondientes a los puntos tres y cuatro:

Gráfico 3.13

- El eje de ordenadas es indicativo de los valores de performance, según el índice de Treynor, para el nivel de riesgo sistemático b* constante y para los diferentes valores de x.

- Las diferentes funciones representadas en el gráfico 3.13 se refieren a valores de b* diferente, siendo su rango de variación analizado el que va desde el valor 0,2 hasta el punto 1,4. Se toma como medida base de incrementos el valor 0,2.

Por otro lado y de acuerdo con lo indicado en el punto número uno, se cumplirá que:

Por otro lado, se analizan las variaciones que sufre el índice de performance de Treynor ante variaciones del parámetro representativo del riesgo sistemático de una cartera, manteniéndose constante su rentabilidad esperada. La expresión del valor de TI pasa a ser la siguiente:

En este caso, se trabaja con un incremento del valor de b, de manera que se cumplirá que:

Con la finalidad de obtener el incremento del índice de la performance D´T que viene determinado por la variación Db del parámetro que se ha tomado como representativo del riesgo sistemático.

Operando:

Expresión similar a la obtenida en el estudio del índice de Sharpe, donde se observaba que, variaciones en un determinado sentido del valor del riesgo, conllevaban cambios de signo opuesto en la performance. Por ello, en el caso del índice de Treynor ocurre lo mismo, siempre indicando la necesaria positividad del parámetro b.

Tomando como base las indicaciones realizadas para la realización del gráfico 3.10., en el gráfico 3.14. se ilustran las variaciones de performance que provoca la alteración del parámetro citado. De esta manera, debe indicarse que:

- Apelando nuevamente a la ortodoxia financiera, debe cumplirse que:

E(R)* - Rf > 0

- Tanto b como (b+Db) deberán ser positivos, de acuerdo con los supuestos inicialmente indicados.

- A partir de los dos puntos anteriores, se debe cumplir que:

Por tanto:

si Db > 0 entonces D´T < 0 .

mientras que si Db < 0 entonces D´T > 0.

Como ocurría en el caso del índice de Sharpe, la variación que se produce en la medida de performance de Treynor depende de Db, así como también del valor inicial de b. Podemos observar que aumentos adicionales del nivel de riesgo sistemático penalizan en mayor proporción al índice de Treynor cuanto menor es el nivel de riesgo sistemático soportado inicialmente por la cartera.

Todas estas cuestiones quedan reflejadas en el gráfico 3.14., por lo que resulta ilustrativo de la influencia de las variaciones de b sobre la performance que propone el índice de Treynor. Recordando las aclaraciones ya indicadas, este gráfico puede interpretarse teniendo en cuenta las siguientes cuestiones:

1) El eje de abcisas representa los valores del parámetro b. Su rango de variación parte desde 0,2 y se dilata hasta 1,4 siendo 0,2 el valor base de los incrementos.

2) El eje de ordenadas representa los valores de la medida de performance de Treynor, referidos a valores de rentabilidad esperada constantes para los diferentes valores de b.

3) Las funciones representadas en el gráfico se refieren, para cada caso, a un valor diferente de E(R)*.

gráfico 3.14

 

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