Introducción a la PYME

III Limitaciones generales de la PYME

 

A la PYME le afectan ciertas dificultades que son inherentes a su dimensión, estas desventajas, principalmente frente a la gran empresa, hace de este tipo de entidades un centro de vulnerabilidad que se materializa en una elevada tasa de mortalidad(10). Para explicar que tipos de dificultades afectan a las pequeñas y medianas empresas nos centraremos en el trabajo realizado por J. Sotelo (1987), donde se diferencian dos tipos de dificultades(11): las de tipo Institucional y las de origen Estructural.



1) Limitaciones de carácter institucional

Estas limitaciones vienen impuestas por agentes externos a la empresa, J. Moneva (1993 p. 59) clasifica en dos categorías a los organismos externos: uno de carácter público y otro de carácter privado, haciendo hincapié que la legislación proveniente del primero es la de mayor influencia negativa sobre la PYME, debido principalmente a su obligatoriedad y a la amplia gama de temas que puede abarcar.

Entre las medidas Institucionales que pueden afectar a las pequeñas y medianas unidades económicas, se encuentran a modo de ejemplo(12):

· Regulación fiscal.

· Políticas de mercado.

· Contratación pública.

· Normas sobre requisitos administrativos.

· Otras políticas: laborales, sanitarias, etc.



2) Limitaciones de carácter estructural

Estas restricciones al desarrollo de la PYME vienen dadas en función de su dimensión, es decir, a menor tamaño más agudizadas se encuentran. En este sentido y confirmando lo expuesto, I. Barredo y J. Llorens (1993) señalan que en comparación con las PYMEs europeas, las españolas son en promedio más pequeñas, con predominio de la microempresa, lo cual agrava los factores de debilidad internos.

Estas limitaciones estructurales, muy ligadas a los aspectos cualitativos definitorios de la dimensión de las entidades de menor tamaño(13), responden a las siguientes características:

· Escasa formación empresarial.

· Mínima base tecnológica.

· Falta de financiación.

 

a. Escasa formación empresarial

En este sentido, C. Menéndez (1982) critica duramente el papel desempeñado por las instituciones educacionales del país, señalando "...la universidad forma preferentemente aspirantes a funcionarios del Estado, profesionales liberales independientes y colaboradores de grandes empresas; lo que no forma la universidad son promotores de empresas, y ello es la razón de la inadecuada formación de los hombres que dirigen pequeñas y medianas empresas". La falta de preparación gerencial de los propietarios de pequeñas y medianas unidades económicas(14) es un factor que propicia muchas veces la inoportuna desaparición de pequeñas y medianas entidades.

 

b. Mínima base tecnológica

Una de las características predominante en la PYME, que sirve además como criterio de clasificación, es su bajo nivel en el uso de tecnologías de punta. Esta situación se ve empeorada aún más en las entidades que presentan serios problemas de financiación, debido a la nula o escasa disponibilidad para invertir en tecnología o realizar actividades de investigación y desarrollo, ya sea de forma propia o contratados a terceros. En este sentido J. Alonso y V. Donoso (1994 p. 134) señalan que un 44,7% de las empresas con menos de 100 empleados no realiza actividad alguna de investigación y desarrollo(15).

 

c. Falta de financiación

Quizás el problema estructural más relevante sea, sin lugar a dudas, la falta de acceso a recursos externos. Para hacernos una idea de la problemática de esta situación, analizaremos el gráfico 1.1., donde se recoge las relaciones de financiación existente entre la pequeña, mediana y gran empresa. Podemos apreciar como la PYME debe financiarse en promedio cerca del 60% con recursos ajenos, mientras que las grandes entidades lo hacen en un 84%, esto demuestra la gran dependencia que poseen las empresas de menor dimensión sobre sus recursos propios(16). Además, si observamos la relación que existe entre los fondos ajenos bancarios y los fondos ajenos totales, veremos que la PYME posee financiación bancaria en un promedio de 78%, mientras que la gran empresa sólo lo hace en un 61%, esta situación supone el acceso por parte de las grandes entidades a la financiación que para la pequeña y mediana empresa le son vetadas. También debemos hacer presente que las cargas financieras son mucho más elevadas en las unidades económicas de pequeño tamaño, situación que afecta negativamente a las cuentas de resultado de dichas organizaciones.


(10) Cerca del 50% de las PYMEs no superan los cinco años de vida, y cerca del 70% no llega a los diez años, según un estudio realizado por Van Der Host, referido a una comparación entre Holanda y el resto de países industrializados, considerado en el trabajo realizado por P.A. Julien; M. Marchesmay y J. Mundet (1996). Para datos concernientes a España, consideraremos un estudio realizado en el País Vasco y en Navarra durante 1986 a 1991, el cual se recoge en I. Barredo y J. Llorens (1993), en él se específica que el 24% de las nuevas empresas desaparecen a los dos años y el 30% a los tres años de funcionamiento.


(11) S. Menéndez (1987) se refiere a ellas como restricciones de carácter interno y restricciones imputables al entorno, en este sentido podemos hacer una analogía con las descritas por J. Sotelo en el sentido que las dificultades de carácter Institucional se asocian a las restricciones imputables al entorno y las dificultades estructurales se relacionan con las restricciones de carácter interno.

(12) Detalladamente en J. Moneva (1993 p. 60-63).

(13) J. Sotelo (1987 p. 13).

(14) Recordemos que existe una gran relación entre propietario y dirigentes en las unidades económicas de pequeño tamaño.

(15) Según encuesta realizada sobre 2.264 empresas españolas.

(16) En este sentido H. Von Moltke (1996) señala que una mayor dependencia a sus recursos propios no permite financiar el crecimiento, debido a su escasez.




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